El club de fans de los buenos finales

Camino a Barcelona. He estado un par de días en Tarragona y he decidido que lo mejor era huir de allí. Me asombra el interés que tienen algunos (la mayor parte de la población por lo visto) en pasar los pocos días de tranquilidad y relajación que tienen al año en el mismísimo infierno. Definitivamente no va conmigo. Bueno, a lo que vamos, en dos o tres días espero haber acabado el guión. Voy a buen ritmo. El otro día hablé con la gente de la productora por teléfono y empiezan a "presionarme" para que aparezca por allí con el guión bajo el brazo... eso sí, con cariño. Ahora que pienso, hace un par de meses largos que me marché con el tratamiento y desde entonces han sabido poco de mí. Al pobre Manolo lo tengo en ascuas.

TELEGRAMA A LA FAMILIA DE ACTIVA: Estoy vivo. Stop. Guión casi finiquitado. Stop. Volveré a casa antes de navidad. Stop.

Definitivamente el tercer acto es el que me está resultando más sencillo de escribir. Supongo que tiene algo que ver con que todo lo anterior está creado al servicio de la resolución final. Tiene gracia porque cuando empezamos con esto, las primeras discusiones entre Manolo y yo giraban en torno al final. Teníamos teorías distintas de cómo tenía que acabar la película. Yo le propuse que nos olvidáramos de eso y nos concentráramos en lo que viene justo antes y me he dado cuenta de algo que no valoraba lo suficiente hasta ahora: lo verdaderamente importante en un guión es cómo se construye la llegada al clímax y no su resolución posterior. Y lo digo porque nuestra historia tiene un final concreto (nos pusimos de acuerdo después de muchos días), pero hubiera podido tener otro y la película no hubiera cambiado demasiado. Lo que no me puedo imaginar es un tercer acto construido de forma diferente al que tenemos. El otro día estuve viendo "Arrástrame al infierno" de Sam Raimi. No me gustó el final de la peli pero salí del cine con la sensación de habérmelo pasado bien porque lo anterior tiene chispa y te permite entrar en el juego al mismo tiempo que el personaje de Alison Lohman (a más de uno le daría yo el botón). Obviamente un buen final hace que la peli pueda llegar a ser una obra de arte, y si tuviera Facebook crearía un grupo de "fans de los buenos finales", pero creo que es más importante que todo lo anterior esté bien trabajado, incluyendo unos personajes que estén bien construidos y tengan una progresión dramática digna. De hecho... ahora que pienso, ¿no son los productores los que escriben los finales?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja pues este post tiene un magnífico final... creo que sí, me suena, me suena! Te recomiendo una película: "The Player" 1992, dirigida por Robert Altman. Un saludo!

Sergio González dijo...

Tomo nota. Cuando la vea te comento.

Saludos!

Laia... dijo...

Si tuvieras facebook, tambien estarías en un grupo llamado "Yo también he sufrido el flash de la cámara de Laia"...

Sergio González dijo...

También, también... con premeditación y alevosía.