El Último - Día 1

No sé ni cuántas horas me he tirado hoy por ahí pero acabo de llegar a casa y estoy tan despierto que parece que me he levantado hace sólo un rato. No sé muy bien por donde empezar, y siendo la hora que es tampoco me voy a extender mucho porque mañana volvemos a la carga, aunque me temo que hoy me va a costar dormir.

Otra jornada de las nuestras, de tropecientas horas a todo trapo. El resultado, 27 planos, sumando dos cambios de decorado y otro más de localización a media tarde para rodar en exterior-noche la última secuencia del día. Muy buen balance en cuanto a números, cumpliendo el plan de rodaje a rajatabla, pero mejor en cuanto a calidad. Jornada redonda.

A nivel técnico ya no me sorprende. Hoy Ferrán nos ha regalado una vez más una cantidad de planos increíbles a velocidad de vértigo. Se hace difícil trabajar luego con otros directores de foto cuando encuentras a uno que te ilumina con tanta calidad a esa velocidad. Una maravilla. Pero hoy la clave ha sido el casting. Sencillamente inmejorable. El guión tenía muchos elementos complicados a nivel de acting y lo que han aportado los actores hoy ha hecho que todo pareciera enormemente sencillo, cuando no lo es. Mención especial para Fernando Gil, que ha estado increíble durante todo el día. Nos lo hemos pasado en grande con él. Un grandísimo descubrimiento.

Ya en exteriores hemos decidido cambiar un poco la planificación por problemas con el sonido, que nos condicionaban mucho a la hora de rodar y hemos suprimido unos cuantos planos. Este cambio, en contra de lo que parecía, nos ha venido muy bien ya que le ha dado a la escena una frescura que de la otra forma posiblemente no hubiéramos tenido. Al final, los problemas de audio no lo han sido tanto y se podrá salvar el sonido directo. Gracias a eso hemos acabado antes de tiempo, lo cual se agradece después de una jornada tan larga. Lo bueno ha venido después. Como me viene pasando últimamente, la anécdota/putada del día llega a última hora, cuando ya no tienes tiempo de reorganizarte. Hoy podemos llamarle "el tapón del aceite".

El tapón del aceite

Volvíamos Isaac y yo en el coche comentando la jornada después de habernos quedado los últimos acompañando al camión de los eléctricos cuando hemos recibido una llamada de otro coche de producción que había salido un rato antes que nosotros: estaban tirados en la autopista porque al parar para rellenar el depósito del aceite el maldito tapón se había colado por un hueco del motor. Llamadas a asistencia en carretera y nosotros yendo a buscarles en plan coche escoba mientras tratábamos de reorganizar de nuevo el planning para mañana por si acaso perdíamos el coche siniestrado. Al final a golpes de martillo (a estas horas cualquier solución es buena) han conseguido liberar el dichoso taponcillo. Hemos recuperado un coche pero 7 miembros del equipo hemos perdido por lo menos, una hora de sueño cada uno. Voy a intentar no perder dos. Mañana más.

2 comentarios:

Laia... dijo...

Yo no es por malmenter, pero... ¿era necesario rellenar el aceite a las ¿12? de la noche? xDD

Sergio González dijo...

Por lo visto sí cuando se te ilumina el pilotito rojo fatídico. Ese no entiende de horas ni de si vienes de una guerra.