Siempre he pensado que las cosas que fluyen de algún lugar en silencio, acaban convirtiéndose en mágicas. En esa situación, el silencio debe imperar hasta las últimas consecuencias. Estoy seguro de que algo así ocurrió ayer por la tarde en un café de Barcelona, en el que Danel puso sus pies. Simplemente creó.
La reunión empezó prácticamente a la hora establecida, porque ya no se podía demorar más. Mi trabajo no había acabado siendo como la deliciosa fruta colgada de las ramas bajas de un precioso árbol que yo deseaba que fuera. Aún así, tenía la esperanza de que de ese meeting íbamos a sacar algo. Sólo hizo falta ver las dos hojas escritas a mano que Danel sacó de su libreta, para que tanto Vanessa como yo empezáramos a sonreír. Nos convenció a la primera leída, y esa será nuestra historia. Acabamos pronto de trabajar, y la relajación se apoderó de mí.
Esta manana hemos presentado el proyecto, de nuevo con la voz de Danel como inspiradora de ideas, y fluyendo incluso más que ayer.
La primera toma de contacto con personas ajenas a ello no podía ir mejor. He conocido a los actores que trabajarán con nosotros, y por fin la historia ya tiene caras.
La próxima reunión es este mismo lunes, donde trabajaremos diálogos, acotaremos escenas, y puliremos imperfecciones. El río lleva agua y buenas vibraciones. Saludos.
Serj.
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