2 comentarios

Segunda parte

Bueno, pues se acabó. Peli acabada. Lo hemos conseguido.

Teníamos cinco escenas y dos días de rodaje para hacerlas. A priori sencillo teniendo en cuenta lo que ya habíamos pasado. Pero cuando hablamos de exteriores ya se sabe, son traicioneros como el Cantábrico. Nos ha tocado correr.

Nuestro mayor problema, la climatología. Es muy complicado rodar con unos cielos como los de estos dos últimos días. 4 minutos de sol, 3 minutos y medio de sombras, viento, cuatro gotas para molestar y así todo el rato. Literalmente nos hemos pasado todo el tiempo mirando al cielo. Porque cuando llegas a la localización y te encuentras eso tienes que tomar la primera decisión drástica (y que te va a condicionar el trabajo de los siguientes días). O tiras a sol, o tiras a sombra. Negro o rojo, hagan juego señores. Y tiramos a sombra. Eso quiere decir que los momentos de sol podíamos utilizarlos para broncearnos porque no nos servían para nada más. Gracias a eso llegamos a las doce tomas.

Las doce tomas

En todo el rodaje hemos tenido que repetir por acting una sola toma. Sí, como lo escribo, una sola vez se han equivocado los actores con su texto en los cinco días locos de rodaje que hemos tenido. Desde aquí mi más sincera enhorabuena y agradecimiento a Valentina y André por su magnífico trabajo. No estaría aquí escribiendo si no hubiera sido por ellos. Han salvado la peli.

Pero ha habido un plano que hemos tenido que repetir 12 veces gracias a que todos los elementos se alineaban para jodernos. Estábamos rodando una de las secuencias de ayer en un monumento memorial a las víctimas de la guerra cuando entramos en bucle y parecía que nos íbamos a quedar allí hasta el fin de los días. Si no era un coche o una moto, era un perro que nos fastidiaba el sonido, y si no el sol que salía justo al final y nos quemaba toda la imagen. Así, hasta 11 veces. Si más o menos vas cumpliendo el plan no deja de ser una anécdota. Pero si vas con el agua al cuello, es el último día, te queda todavía una escena por rodar en otra localización y estás a dos horas de que se vaya el sol y con el equipo aún sin comer, la cosa no tiene gracia. Pero como siempre, al final la fortuna nos acaba ayudando. A nuestro foquista Octavio se le ocurrió una idea que por simple no deja de ser brillante. Estábamos discutiendo si podíamos dar por buena alguna toma de imagen y arreglarla en postproducción sincronizándola con otra toma de audio (algo que nunca acaba de funcionar bien, pero las circunstancias nos apremiaban). Mirábamos al cielo y teniámos un gran claro, de por lo menos media hora sin nubes. Media hora de basura. Y ahí, Octavio vio la luz: "¿Por qué no comemos y si por casualidad se tapa lo tiramos?". El catering estaba listo así que merecía la pena probarlo. Si al acabar no se había tapado, recogíamos corriendo y nos íbamos volando a la última localización. No perdíamos nada. Pues todos a comer y cuando estábamos con el yogur... ah... nubarrón. André vestido de obispo, Joaquín con la claqueta, Sebas (R) y Dani (L) con los micros... todos corriendo con la boca llena para hacer la toma 12, la buena, la que va a ir en la peli. La diosa película nos dio guerra esta vez, pero no nos iba a dejar abandonados. Sólo cuando habíamos rodado el último plano, habíamos brindado con cerveza y todo el material estaba recogido cayó el tormentón del siglo. Pero ya estábamos a salvo.

Al final hemos cumplido casi completamente el plan de rodaje. Nos saltó una escena de un día a otro pero por lo demás, todo fino. Y eso que hemos tenido condicionantes a diario y empezar con una o dos horas de retraso ha sido la tónica habitual. Gracias al equipo hoy tenemos un proyecto más a nuestras espaldas. En unos días empieza la postproducción. Yo en un rato voy a ponerme guapo para la fiesta de final de rodaje.

4 comentarios

Primera parte

Un pequeño post para contaros lo de los últimos días. Lo hemos conseguido. Interiores rodados. Tres días en el Conservatorio del Liceo en los que hemos estado dando mucha mucha caña. No podía ser de otra forma, hacerlo así o cagarla. Y lo hicimos.

He rodado proyectos en los que el plan de rodaje era complicado, pero nada comparado con esto. Nunca había rodado tanto metraje en tres días. Tres míseros días para filmar el material que normalmente se haría en tres semanas. Y como puede suponerse, no ha sido fácil. Ha sido duro. Hemos tenido problemas, técnicos, de tiempo y de los otros, de los que hacen daño, de los que no te permiten disfrutar de lo que estás haciendo. Pero bueno, de vez en cuando también hay días de esos en este trabajo. Nos hemos repuesto y aquí estamos.

La planificación era sencilla. De hecho no había otra posible. Teníamos que "perder" el tiempo en plantar una iluminación general el primer día y rodar con ella haciendo pequeñas correcciones en función del plano, como si fuera un plató de televisión. Dividimos el guión en dos bloques, conocidos como "T" y "C". La idea era rodar todo el "T" con maquinaria el día 1, pasar al "C" el día 2 y volver al bloque "T" el último día para rodar más material. Todo esto tratando de cubrirnos, ya que la mayoría eran planos secuencia de entre 6 y 8 minutos que por mucho que los coreografíes nunca van a salir igual entre toma y toma. Ha sido un rodaje muy exigente físicamente para los actores y para el equipo de cámara y sonido por el calor y porque tenían que sincronizarse entre ellos de forma milimétrica para que nada fallara en un espacio bastante reducido.

Ha habido tensión, discusiones y hasta gritos, pero al final me quedo con el esfuerzo de cada miembro del equipo que ha dado el máximo que ha podido. Sólo así hemos podido cumplir la planificación de cada día y hemos conseguido que la primera parte, la más dura, esté ya en el saco.

Mañana empezamos exteriores. Dos días. El martes anuncian lluvias. Tenemos cover-day para el miércoles, también con previsión de lluvia. Aún así creo que vamos a ser capaces. Vamos a rodar una peli en 5 días.