0 comentarios

El post que nunca debió existir (2)

Tantas cosas que decir y tan pocas palabras. Es difícil expresar como me siento. Es difícil expresar lo que estoy viviendo. Es difícil expresar lo que ha sucedido en las últimas semanas para llegar a esta situación. La película se ha cancelado. A menos de veinticuatro horas de tirar el primer plano, se ha tenido que tomar la decisión de no rodar. Y es enormemente cruel. Es cruel porque detrás hay un trabajo indescriptible de una gran cantidad de personas que se han unido para crear algo, pero sobretodo porque por encima de eso hay una ilusión tan grande por lo que teníamos entre manos que estábamos dispuestos a todo menos a dejarnos la vida en la carretera una noche a las cinco de la mañana volviendo de rodar. Hemos tenido problemas graves en preproducción pero no nos hemos detenido, porque confiábamos en que podríamos superar todo lo que se nos pusiera por delante. Y era lógico si repasábamos una por una las personas que confeccionan el proyecto, uno de los mejores equipos humanos con los que podré trabajar jamás. Se han conseguido cosas que teniendo en cuenta nuestras limitaciones me parecen increíbles, impensables hace poco tiempo. Como lo es que el hecho de que un buen día hace algo más de un año decidiera comentarle a Carmen que deberíamos hacer una película y se convirtiera en lo que ha llegado a ser: un proyecto del que me siento orgulloso a pesar de que no pueda filmarse. Los últimos días han sido para mí muy similares a la situación de tener a una persona cercana en coma, con la única vida que le puede proporcionar una máquina. Sabiendo que irremediablemente llegará un momento en el que haya que desenchufar, pero resistiéndonos a hacerlo por si el muerto reviviera. Estoy psicológicamente exhausto ahora mismo y no veo otra solución posible que dejar pasar el tiempo. Puede que este proyecto acabe siendo una realidad algún día, y eso es lo que ha planteado multitud de gente alrededor mío. La verdad es que no tengo respuesta para eso ahora mismo. Sólo me queda intentar desconectar por unos días de este mundo, que por otra parte me ha robado el corazón para siempre. Coger un autobús mañana a primera hora y abandonar la ciudad. Dejar todo esto atrás, como si no hubiera existido. Pero sólo por unos días. Porque si hay algo que me ha repetido la gente es que todo el trabajo no puede quedarse en un cajón. Los cerca de dos mil correos electrónicos escritos y recibidos en los últimos cuatro meses tienen que servir para algo. Como debe servir el hecho de haber podido juntar el mejor casting que hoy en día podíamos obtener en Barcelona. No sé cómo pero quiero pensar que así será. Puede que dentro de un tiempo podamos decir que el hecho de parar todo en este punto ha favorecido al proyecto, y que gracias a ello se haya conseguido una película estupenda. Estoy convencido que hemos hecho lo correcto, aunque ahora mismo estemos todos jodidos. Hoy era día de llorar, llorar de rabia. Porque no contábamos con que para conseguir algo hace falta esfuerzo e ilusión, pero también suerte. Y eso es lo que nos ha faltado. Por eso no se hace la película. No hay otra razón. Algo no nos ha dejado continuar con el proceso. Quizás eso signifique algo. No lo sé. Lo que sí sé es que me siento completamente remunerado por la oportunidad de haber podido conocer a un grupo de gente maravillosa, que quiero con locura, y que ya son de mi familia. Y por la oportunidad de aprender, cada día, cosas impensables por mí hace poco más de dos años y haber llegado donde estoy. Me siento afortunado por vivir el cine de esta forma, un mundo que hasta hace un tiempo era para mí una terapia asombrosamente infalible contra la vida, y que ahora puedo considerar, sin miedo a equivocarme, la profesión más bonita que existe. Una profesión sin límites, mágica, que te hace sentir y que te lleva a lugares a los que sería imposible llegar de otra forma. Incluso en estos momentos tan duros lo amo. He pensado muchas veces que quizás esta película sería mi último proyecto, y por eso me he obligado a disfrutarlo en cada momento. No sé qué pasará a partir de ahora, ni quiero pensarlo, pero los que me conocen saben que no sé vivir sin meterme en líos.

0 comentarios

El post que nunca debió existir

Es la 1:39 de la mañana. Acabo de llegar de casa después de una larga jornada de lucha y una cena con varios amigos que anecdóticamente trabajan conmigo. Estoy bien y mi familia también, pero tanto ayer como hoy han sido dos de los días más tristes que he pasado en los últimos años. Para bien o para mal, mañana la solución. Para bien o para mal mañana os cuento.

0 comentarios

Cuenta atrás

Ya estoy de aquí de nuevo. Simplemente para contaros que nos quedan cinco días de pre antes de empezar a rodar, el próximo sábado 17 en Vilafranca del Penedés. Parecía que no llegaría nunca, pero ya está aquí. A punto de hacerse realidad algo por lo que llevamos luchando desde hace ya más de un año. Ahora es cuando entra un poco el vértigo, la responsabilidad, y la gran cantidad de detalles, pequeños y grandes, para que todo esté listo para empezar a filmar. Ayer tuvimos la lectura de guión con el equipo técnico. En ella se repasan escena por escena todos los parámetros y factores que entran en juego, a nivel de dirección, fotografía, arte, vestuario y maquillaje. La cosa se alargó hasta pasada la una de la madrugada. Hoy me he pasado el día retocando cosas del guión que han ido surgiendo en los últimos días. Y mañana de nuevo a muerte con mi equipo. Tengo mi libreta de producción aquí al lado con un listado de dos páginas de las cosas que tengo que hacer durante el día para que no se me olvide ninguna. Ante todo orden, porque si no es imposible. Y aún así, siempre tengo la impresión de que se me está colando algo. Os iré contando. Un beso.